Hogmanay: descubre la Nochevieja de Edimburgo
Hogmanay, nombre que reciben las celebraciones de fin de año de Edimburgo, es un espectacular despliegue cultural de eventos avivados por la tradición escocesa en los que no faltan fuegos artificiales, música, bailes, platos típicos y, por supuesto, barriles de whiskey y tejidos tartán.
Donde está el lío es en la Street Party, una inmensa fiesta abarrotada de gente al aire libre que se celebra en las inmediaciones del Castillo. Con atracciones audiovisuales que van desde Dj’s y grupos en directo hasta vistosos fuegos artificiales que tiñen de colores el cielo desde las 21:00 en adelante, no hay mejor modo de acomodarse en la Nochevieja escocesa. Deambulando de un escenario a otro de los varios que suele haber disponibles o a través de las pantallas gigantes, puedes ser testigo de actuaciones de bandas como The Human League o The Charlatans.
Una tradición de gran importancia para los lugareños que ningún visitante debería perderse es, sin duda, el Desfile de Antorchas del 30 de diciembre. Edimburgo se convierte en un mar resplandeciente de llamas anaranjadas gracias a las 40 000 personas unidas que cada año caminan portando antorchas. Un ritual único que, además de ser un regalo para la vista, consigue de algún modo conmover a todo aquel que participa en él.
El verdadero folclore escocés también puede saborearse asistiendo bajo el Castillo a los festejos cèilidh, donde se bailan las danzas tradicionales de los pueblos gaélicos. Etimológicamente, la palabra «cèilidh» proviene del irlandés antiguo y significaba simplemente «compañero». En su origen, era una reunión social en la que se contaban cuentos, se recitaban poemas o se cantaba, y no tenía por qué celebrarse necesariamente ningún baile, pero poco a poco se fue imponiendo el significado que se emplea hoy en día.
Y para aliviar la resaca, en Edimburgo, en vez de tomar chocolate con churros, practican lo que cualquier humano sensato intentaría evitar a toda costa: el Loony Dook, que se traduciría como el «chapuzón chiflado». Desde hace unas décadas, miles de personas se congregan en South Queensferry la mañana de Año Nuevo para zambullirse en las aguas gélidas del Fiordo de Forth. La temperatura no parece ser un problema para la marea de escoceses ataviados con disparatados disfraces.