El concierto en el que Nirvana castigó a su público
El 30 de octubre de 1992, Nirvana fueron contratados para dar un gran concierto en Buenos Aires. Eran tan famosos en ese momento que se agotaron todas las entradas para el estadio José Amalfitani, que cuenta con una capacidad de casi cincuenta mil personas. Antes de tocar, Kurt Cobain fue testigo de un espectáculo repugnante: Calamity Jane, el cuarteto telonero formado solo por chicas, fue agredido por parte del público argentino. Kurt se enfadó tanto que estuvo a punto de cancelar el concierto. Gilly Ann Hanner, cantante de Calamity Jane, declaró 18 años más tarde para PunkGlobe:
La gira de 1992 que acabó con el concierto final en Buenos Aires fue increíblemente estresante y vivimos varias decepciones que culminaron en nuestra ruptura. Por aquel entonces, el éxito de Nirvana era enorme y se empezaban a ver los primeros indicios del movimiento Riot Grrrl, así como la aparición de grupos como Babes in Toyland y L7. Nosotras nos sentíamos en algún lugar fuera de los márgenes de todo eso y, aun así, acabamos arrastradas dentro. Llegamos a creer que estábamos a punto de ser estrellas del rock. Fue devastador ser tratadas así un día, con chófers llevándonos de un lado a otro de Buenos Aires y con nuestras canciones sonando en la radio, para después ser básicamente abucheadas en el escenario al día siguiente en una lluvia de escupitajos y suciedad. Imposible aguantar tanto sin colapsar.
Al final, Nirvana tocaron esa noche, pero sin ganas y escogiendo a propósito un setlist inusual con canciones poco conocidas o algunas ni siquiera publicadas con el fin de incomodar a los asistentes. El concierto fue grabado en vídeo por un equipo profesional y, hoy en día, tiene un gran valor entre los fans de Nirvana por su rareza, pero en su momento no sentó nada bien a la audiencia argentina. Así lo recordó Kurt:
Cuando tocamos en Buenos Aires, llevamos a este grupo de Portland compuesto todo de chicas llamado Calamity Jane. En todas sus canciones, el público al completo estuvo lanzando monedas y cualquier cosa que encontraron en sus bolsillos, barro y piedras. Al final, las chicas se fueron enfadadas llorando. Fue terrible, una de las peores cosas que he visto… tal cantidad de sexismo a la vez. Krist, conociendo mi actitud hacia ese tipo de cosas, trató de calmarme para no cancelar la actuación. Al final acabamos pasándonoslo bien, riéndonos de ellos. Antes de cada canción, tocaba la intro de Smells Like Teen Spirit y luego paraba. No se dieron cuenta de que nos estábamos manifestando en contra de lo que habían hecho. Tocamos durante cuarenta minutos y la mayoría de las canciones eran del Incesticide, así que no se enteraron de nada. Terminamos con la canción noise secreta que hay al final de Nevermind (Endless, Nameless) y, debido a que estábamos tan enfadados y molestos con la situación, esa canción y el set en conjunto fue una de las mejores experiencias que he tenido.
Si ves el concierto entero, te das cuenta de que Kurt, al recordarlo, adornó algunos momentos. Es cierto que desenterraron unas cuantas rarezas de Incesticide, su colección de b-sides que todavía no había sido publicada, así como All Apologies (que fue incluida posteriormente en In Utero), pero también tocaron la mayor parte de Nevermind y algunos temas importantes de Bleach. Una de las cosas que Kurt olvidó mencionar fue lo que seguramente más molestó al público: empezar con una improvisación un tanto extraña con frases troll inventadas sobre la marcha como «prometo que cagaré sobre tu cabeza».