El reloj de los 10000 años de Jeff Bezos
Jeff Bezos, fundador y director ejecutivo de Amazon, ha invertido 42 millones de dólares en el proyecto Reloj Long Now, también conocido como el Reloj de los 10 000 años. Está diseñado para que una de sus saetas avance una vez al año, la otra una vez cada siglo y para que cada 1000 años suene un «cucú». Y todo ello manteniendo su precisión durante 10 milenios.
La idea original fue concebida por Danny Hillis en 1986 y el primer proyecto de reloj se inició en 1999 gracias a la ayuda de la Fundación Long Now, un grupo de científicos, inventores, artistas y futuristas de San Francisco que esperan «ofrecer un contrapunto a la cultura acelerada de la actualidad y ayudar a que el pensamiento a largo plazo sea más común».
El prototipo inicial, construido para la Nochevieja de 1999, repicó dos veces para empezar el nuevo milenio. Hoy está expuesto en el Museo de Ciencias de Londres y su altura es de dos metros y medio. Mientras que este nuevo reloj, construido por Applied Minds, medirá 150 metros.
El proyecto no solo está financiado por Bezos, sino que además está siendo construido en sus terrenos en Texas, concretamente en el interior de una montaña en la sierra Diablo al oeste del estado, cerca de la ciudad de Van Horn.
No es casualidad que la localización del reloj sea una región apartada del desierto tejano. El hecho de que esté diseñado para durar 10 000 años nos lleva a pensar automáticamente en si durará tanto sin ser destruido o demolido (y nuestra civilización junto con él). De ahí la idea de situarlo alejado de posibles lugares conflictivos.
Aun así, es posible llegar a la instalación del reloj si estás preparado para conducir varias horas desde el aeropuerto más cercano y emprender una larga caminata por la montaña a 600 metros de altura. Una vez alcanzada la instalación, te encontrarías con una serie de puertas de acero (para que no entren animales), seguidas de largos túneles hasta llegar a una escalera en espiral tallada en la roca que conduce a la cámara del reloj.
La mayoría de relojes se retrasan varios segundos cada día, así que el Reloj de los 10 000 años está diseñado para autocorregirse teniendo en cuenta la posición del sol. «Es todo mecánico, funciona con los ciclos térmicos día-noche, sincronizado con el mediodía solar», explicó Bezos en un tuit. Construido con acero inoxidable, titanio y rodamientos de bolas de cerámica, el reloj se reajustará cada día, cuando el sol se sitúe por encima e ilumine la cámara donde está alojado.
Cada día a mediodía repicará, pero nunca de la misma forma dos veces. El músico y productor Brian Eno, involucrado a fondo en el proyecto, ha diseñado un conjunto de 10 campanas que sonarán cada día de forma diferente, con un total de 3 628 800 permutaciones, es decir, el número de días que hay en 10 000 años. Cada uno de ellos será único.
Los humanos somos cortos de miras y podríamos estar precipitándonos hacia la extinción. Consumimos el planeta a un ritmo alarmante sin que el calentamiento global ni la escasez de recursos nos importe demasiado. El reloj de los 10 000 años está diseñado para hacernos pensar de forma más responsable, para que reflexionemos con un sentido del tiempo más amplio acerca del impacto generacional de nuestras decisiones. Un símbolo para cambiar el modo de pensar de la gente que recuerda a aquel punto pálido azul fotografiado por la Voyager 1 desde una distancia de 6000 millones de kilómetros.
Puede que el Reloj de los 10 000 años parezca un concepto estrambótico, pero encaja a la perfección con la filosofía de Bezos. Con Blue Origin, su compañía espacial, planea colonizar la Luna y, en algún momento, explorar el sistema solar para convertir a la especie humana en una especie multiplanetaria. «Hemos enviado sondas a cada planeta del sistema solar», tuiteó Bezos. «La Tierra es de lejos el mejor de todos. Vamos a ir al espacio para salvar la Tierra».