Grace Slick estuvo a punto de darle LSD a Nixon
Grace Slick, la joven idealista cantante del grupo de rock psicodélico Jefferson Airplane, decidió un día cambiar el mundo y planeó colarle LSD al presidente de los Estados Unidos.
Cuando estaba en la Casa Blanca, Richard Nixon era el gran enemigo de los activistas del movimiento contracultural. El rechazo a los considerados «valores tradicionales americanos» ya estaba bastante extendido cuando Nixon asumió su cargo en 1969. Sin embargo, la intensificación en la guerra de Vietnam, su postura antidrogas y sus tendencias conservadoras no sentaron nada bien en gran parte de la juventud americana.
Nixon, el político conocido por su apariencia estoica e imperturbable, era visto como alguien a quien el movimiento contracultural le resultaba indiferente, por lo cual fue motivo de bromas por parte de escritores y artistas que fantasearon acerca de la posibilidad de que el presidente tomara alguna vez LSD, el poderoso alucinógeno símbolo de la época.
Grace Slick, líder de Jefferson Airplane, quiso ir más allá de la teoría y decidió averiguar qué pasaría. En abril de 1970, recibió una invitación para tomar té en la Casa Blanca por parte de Tricia, la hija del presidente, que había sido compañera suya en el Finch College. En una entrevista con Phyllis Pollack en el 2009, Slick comentó la anécdota:
No era una verdadera ex-alumna porque no me gradué. Recibí una invitación por correo: «Grace Wing, te invitamos cordialmente a tomar el té… Tricia Nixon de la Casa Blanca.» Y pensé: «Oh sí, creo que Tricky Dick necesita un poco de ácido».
Slick presentó a Abbie Hoffman como su compañero para el evento. Hoffman era uno de los más importantes miembros de la contracultura en esos momentos. No hacía mucho, había sido juzgado por actos de agitación, había admitido haber vertido LSD en el depósito de agua de Washington D.C. y había participado en numerosas manifestaciones antigubernamentales.
El FBI y la Casa Blanca tenían información de Grace Slick y de Abbie Hoffman, a quienes habían etiquetado como riesgos para la seguridad por sus actos y posturas antisistema. Pero nadie se dio cuenta de que la invitada Grace Wing y la censurada Grace Slick eran la misma persona hasta el mismo día del evento.
Slick y Hoffman aparecieron en la Casa Blanca el 24 de abril de 1970 con 600 microgramos de polvo de LSD, más que suficiente para asegurarle a alguien una interesante experiencia alucinógena. El plan de Slick era esconderlo bajo una de sus largas uñas y colárselo de forma sutil a Nixon en su taza durante la conversación.
El plan nunca se materializó. Hoffman, a pesar de ir con traje de chaqueta y pelo engominado, fue reconocido por la guardia de la Casa Blanca y a Slick le dijeron directamente: «Lo hemos comprobado y eres un riesgo para la seguridad».
Slick, Hoffman y su LSD fueron expulsados y nunca llegaron a ver a Tricia ni a drogar a su padre el presidente. De todos modos, aunque hubieran conseguido entrar, nunca habrían conocido a Nixon, pues ni siquiera asistió al evento.
Slick recordó la historia para el Wall Street Journal en 2011, pero expresó sentimientos encontrados acerca de su relación con la cultura de las drogas de la época:
El LSD era algo nuevo por aquel entonces. Abrió nuestras mentes y nos dio una nueva percepción de que la realidad no era solo una cosa. Eso nos entusiasmó. Pero también es algo terrible si tu cabeza no está en el lugar correcto. Así que, pensándolo a posteriori, nuestra reivindicación del LSD era algo peligroso»